Los colegios e institutos suelen ser víctimas de robos y actos vandálicos, especialmente debido a sus grandes dimensiones y el acceso de múltiples personas durante eventos escolares.
La mayoría de incidentes se centran en el robo de equipos tecnológicos (ordenadores, proyectores, impresoras, etc.) y los efectos personales de los despachos de los docentes o administrativos, además de sufrir el destrozo de instalaciones por actos de vandalismo.
Pese a que casi todos cuentan con medidas disuasivas como vallas o rejas, siempre recomendamos mejorar la seguridad de los edificios instalando sistemas electrónicos de alarma y cámaras de seguridad. Estas dos opciones facilitan la actuación inmediata de las fuerzas de seguridad y además proporcionan pruebas para poder detener a los culpables.
Los sistemas de alarma, conectados a una CRA, son la base del sistema de seguridad electrónica que proponemos. Este sistema se conectará por varias vías de comunicación distintas a la Central Receptora de Alarmas para dificultar el corte de comunicaciones o el uso de inhibidores. El sistema de alarma se completa con la instalación de distintos tipos de sensores de movimiento (o volumétricos) y otros sonoros o magnéticos (en las ventanas o puertas) para que cualquier intrusión sea detectada de inmediato.
La solución más completa pasa por la instalación de cámaras de videovigilancia que se elegirán según las necesidades de cada instalación educativa. Las cámaras (de alta resolución, visión nocturna, etc.) se elegirán según la situación donde deban ser instaladas y las condiciones en las que vaya a ser previsible su funcionamiento.
Las cámaras y el sistema de alarma con sensores se programan inicialmente para que no operen durante la jornada lectiva, y por lo tanto no graben ni recojan ninguna imagen de los alumnos y la vida diaria del centro, para proteger la privacidad y la imagen de las personas que desarrollan su actividad en las instalaciones.
Las cámaras y el sistema de seguridad inician su funcionamiento a la finalización de la jornada escolar. A partir de ese momento, cualquier intento de intrusión activará el sistema y se iniciará la grabación y emisión de señales a la CRA que podrá comprobar si la alarma es real visionando las imágenes que se reciben de las cámaras instaladas. Si se confirma la incidencia, los cuerpos de seguridad podrán actuar de forma inmediata y en caso necesario, obtener pruebas tangibles sobre los autores de cualquier robo o acto vandálico.
En algunas ocasiones, los colegios e institutos desean instalar un sistema de videovigilancia para prevenir casos de agresiones o acoso entre alumnos, pero este tipo de instalaciones solo pueden autorizarse en casos muy concretos y justificados.
En ocasiones especiales o celebraciones como graduaciones o fiestas de final de curso, nuestros vigilantes y auxiliares pueden encargarse del control de acceso de los usuarios y familias, guiándolos hacia las zonas donde se van a celebrar los actos y ocupándose de que se cumplan las normas del centro. La actuación educada y mediadora de nuestros profesionales garantizará que ningún conflicto o incidente pueda ensombrecer el acto.